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                           MI INFANCIA: "UN FASCINANTE RECORRIDO"

  
Transcurría el mes de marzo de 1994, mi mamá me preparaba para ese gran día, yo estaba muy ansiosa, por fin comenzaría la escuela. Durante los años anteriores quería que ese momento llegara rápido, veía como mis hermanos se iban a la escuela y yo me quedaba en casa llorando, le preguntaba a mi madre cuándo yo podría ir y ella me decía que era muy pequeña aún, faltaba tiempo.
   Al cumplir los 5 años, ya podría empezar el jardín, ese día al llegar ví a muchos niños, que al igual que yo estaban junto a su madre. Me tocó la salita rosada y el primer día hicimos un títere, la seño era muy buena.
   Durante el transcurso del jardín de infantes me hice de muchos amiguitos y como me encantaba salir en las fiestitas escolares , la maestra siempre me buscaba, participé de negrita, la mamá de San Martín, bailé una chacarera, me disfrace de flor, etc.
   Al año siguiente empezaría mi primer grado, tenía sentimientos encontrados, ya que por un lado estaba triste porque las amigas que tenía no irían a la misma escuela que yo y por otro me sentía feliz, ya que empezaría una nueva etapa.
   Era el año 1995, en nuestro país ese mismo mes que comenzaba el ciclo escolar se mató en un accidente aéreo el hijo del presidente en curso, Carlos Menem. Finalmente ese día llegó, mi maestra sería la señorita Carmen Palmarochi; yo ya sabía escribir mi nombre y algunas palabras, porque mis hermanas estaban estudiando en el terciario , por lo que me enseñaban muchas cosas. La lectura me resultó más dificultosa, y la seño había organizado un cuadro de honor para aquellos que aprendieran más rápido, yo estaba en el tercer lugar. Usamos el libro “Base A destino Z”, que me encantaba.
    Al pasar a segundo grado, recuerdo con mucha gracia, el momento en que al salir de la escuela , abrazé a mi madre y comenzé a llorar porque me había sacado un regular en la evaluación de matemática, hoy al recordarlo me causa risa, pero en ese instante estaba muy triste.
    En el transcurso del primer ciclo de la escolaridad, me hice de muchos amigos y siempre fuimos muy compañeros entre el grupo. Los contenidos más claros y que desde que los aprendí nunca se me olvidaron fue  la memorización de las tablas  y el abecedario. Los libros que utilizé fueron “El mundo de alas 2” y “El bosque de papel 3”, a ambos aún los conservo; pero a este último lo guardo con un  cariño especial, es mi libro preferido de la primaria, porque tiene poesías, trabalenguas, leyendas y demás textos que me agradan mucho, y que en determinadas ocasiones aún los leo.
    Al comenzar el segundo ciclo fue un cambio muy grande, ya que debería ir en la mañana y yo no estaba acostumbrada a levantarme temprano. Pero ese fue un desafío que lo pude superar. En 4º grado recuerdo que siempre para la primavera se elegía una reina por aula y ese año fui elegida yo, me dio mucha vergüenza porque era muy tímida.
   Durante ese año recuerdo que me gustaban mucho los indios, aquello que tenía que ver con la historia, ya  que mi señorita Carmen Encinas nos hacía disfrutar de los hechos históricos, nos relataba los sucesos como cuentos y eso a mí fascinaba.
   Ese mismo año yo tenía en mí una preocupación y tristeza muy grande, mi madre estaba muy enferma, pero siempre traté de esos problemas no me afectaran en el estudio.
   Del mismo modo transcurrió el 5º grado, del que no tengo muchos recuerdos.
   Pero al llegar a 6º grado tuve muchas experiencias, unas buenas y otras no tanto.
   Aquellas malas son la que tuve con mi señorita  de Ciencias Naturales, quien me reto y me samarrió de los brazos frente a mis compañeros. Dicho suceso me hizo sentir muy mal y hasta el día de hoy veo a esa maestra y las recuerdo con mucha tristeza.
   Ese mismo año, para compensar lo feo que me había pasado, tuve un gran premio a mi esfuerzo, había salido abanderada.
   Para mí era un orgullo muy grande, sería quien portara la bandera nacional durante el próximo año. La noticia me la dio la directora de ese entonces, Beatríz Ceolín, la cual era muy exigente y yo le tenía un poco de miedo; todavía recuerdo ese momento, cuando ella entró al aula y muy seria pronunció mi nombre, en ese instante pensé qué había hecho  que la directora me llamaría, al pararme se acercó a mí y me dió la noticia, felicitándome. Yo no podía creerlo y entre nervios y felicidad rompí el llanto. Luego, al llegar a mi casa les conté a mis padres que aún no lo sabían, ellos me felicitaron y se sintieron muy orgullosos por mí.
   Esta experiencia tan linda tuvo sus momentos feos, porque muchas madres de mis compañeros cuestionaron mi puntaje para la bandera, hasta pidieron que la supervisora lo recontaran. Son cosas que siempre pasan y que la realidad es que todo estaba bien, no había nada arreglado.
   En el mes de diciembre, recibí la bandera y ese día estaba muy nerviosa, tenía miedo de que no pudiera sostenerla, pero por suerte todo salió bien. Habían ido verme mis padres, hermanos, tías y prima.
   Transcurrió el tiempo y comenzé nuevamente la escuela, era el último año; nuestro país estaba inmerso en una profunda crisis económica, política y social, aún recuerdo las tardes, en especial las siestas en las que acompañaba a mi madre a hacer cola  al supermercado hasta que abriera, teníamos que aprovechar las ofertas, porque en mi casa éramos 7 y el único que trabajaba era mi padre; la gente no tenía mucha plata y mi padre al ser mecánico, se vió muy afectado. Gracias a Dios salimos adelante.
    Al llegar al fin de este año estaba muy triste, ya que no volvería a compartir momentos tan lindos con mis compañeros, cada uno iría a escuelas distintas y mis amigas también.
   El acto de fin de curso fue muy emotivo, lloramos, nos reímos y nos divertimos mucho.
   Durante el transcurso de mi escuela primaria formé una amistad muy linda con mis compañeros de clase, éramos un grupo muy unido, casi sin conflictos.
   Mi infancia fue muy especial  y hermosa, compartí muchos momentos junto a mi prima, con la cual jugábamos a la maestra y yo le enseñaba todo lo que a mí me daban en la escuela. De pequeña soñaba con ser maestra y trabajar de cajera en un supermercado.
   Además, al ser la más chica de cinco hermanos, mis padres y hermanas me daban todos los gustos; en el año 1999 se casó una de mis hermanas y  yo ya quería tener un sobrino. También pasé por un momento muy feo, que fue el fallecimiento de mi abuela , yo era muy regalona y pasaba mucho tiempo junto  a ella, ya que vivía en la esquina de mi casa.
  Finalmente en el año 2.002  nació mi sobrina y fue una alegría muy grande par mí.
LA ESCUELA PRIMARIA FUE PARA MÍ UNA EXPERIENCIA MUY LINDA E  INCOMPARABLE, GUARDO EN LO PROFUNDO DE MI CORAZÓN, A MIS COMPAÑEROS, MAESTRAS Y  MI QUERIDA ESCUELA JOSÉ HERNÁNDEZ, A LA QUE HOY VOLVÍ, YA NO COMO ALUMNA SINO COMO FUTURA DOCENTE, Y ESO ME LLENA DE FELICIDAD, ME TRAE HERMOSOS RECUERDOS Y HASTA SE ME CORREN LAS LÁGRIMAS POR LAS MEJILLAS AL RECORDAR ESOS MOMENTOS DE NIÑA, QUE LOS VEO COMO SI LOS HUBIERA VIVIDO AYER. POR ELLO, MI GRAN ANHELO ES QUE AL RECIBIRME PUEDA VOLVER A MI ESCUELA YA COMO MAESTRAS, PARA DEVOLVERLE TODOS ESOS LINDOS MOMENTOS QUE ELLA ME BRINDÓ.

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